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domingo, 2 de junio de 2013

Noche de leucocitos

La noche del pasado viernes fui a observar a Hornachuelos con Rafael Farfán José Manuel Paredes. Llegamos sobre las nueve y media al lugar de observación y como la claridad nos cegaba decidimos comer antes de observar. Así mientras cenábamos vimos aparecer en el cielo lapizlázuli a Saturno, Spica, Arcturus y otras primeras estrellas del firmamento.
Comenzamos a montar equipos mientras se intuía que las previsiones de meteoblue para Hornachuelos se confirmaríasn (como así fué) durante la noche-madrugada.
Yo tenía una lista de objetos que poco a poco fueron cayendo en el disco duro del portatil. Comencé con M80, aún bajo sobre el horizonte. La imagen siguiente es un recorte del resultado final. El equipo el de siempre, C8 a f3,3 y mammut 429L.




Pasé a M4 también bajo sobre el horizonte, pero se veía espléndido en sus 26.3' de amplitud.





Nada que ver con los resultados obtenidos desde Osuna la noche anterior, donde apunté a M5 y solo pude sacar esto.





Seguí con el siguiente objeto, el cúmulo NGC6139, de tamaño parecido a M80, pero que no pude ver por tapármelo los árboles. Así que pasé al siguiente objeto, NGC6144. Es de tamaño similar a M80 pero dos magnitudes menos brillante, se ven menos estrellas en este cúmulo también.







Salté posteriormente a M107, saltando los límites de Ophicuo para encontrar un cúmulo brillante y "abierto" de magnitud 8ª.




De nuevo salté de constelación, esta vez a Hercules a por la clásica M13, con su brillo descomunal.




Volví a entrar en Ophicuo para encontrar a M12, otro brillantísimo cúmulo del tamaño de M13, unos 14' de diámetro.




Allí cerca encontré a NGC6229, un pequeño cúmulo de magnitud 9ª.




Tras ver las imágenes pude comprobar como se había desenfocado el equipo, pensamos que debido quizás a la notable bajada de temperatura que habíamos sufrido durante los instantes anteriores.

Me puse a reenfocar con la máscara bathinov (casera por supuesto) y lo dejé listo para pasar al siguiente cúmulo, NGC6235, un débil cúmulo en ophicuo.





Salté a M10, un objeto mucho más vistoso, de magnitud 6ª y triple tamaño que el anterior.






por cierto no se si se puede hablar de corredor satelital pero es curioso que tres tomas de M10 se echasen a perder por dos satélites simultáneos.




Tras este magnífico cúmulo pasé a M62, que prometía espectáculo por su tamaño y brillo.




Continué con M19 también en Ophicuo y con otro brillo bastante elevado.





Llegado a este cúmulo apareció en la pantalla el antiguo planeta Pluton y como no recordaba haberlo visto decidí sacarle unas fotos. Estaba en un campo estrellado (y tan estrellado) de la zona de Sagitario.




Como mi lista de objetivos se encontraba cumplida decidí pasar a a otros objetos de cielo profundo que empezaban a coger altura sobre el horizonte. De este modo pasé por M11, este precioso cúmulo abierto cuasi globular inmerso en plena via láctea.





Y tras hartarme de cúmulos me dije ¿que tal unas nebulosas? Y dirigí el telescopio a M8, que no cabía entero en el campo.




Recordé que M16 estaba cerca de la zona y apunté el equipo al águila. Allí estaba volando en la noche estrellada.





Finalmente no quise apagar el equipo sin despedirme de una nebulosa que me gusta especialmente, M27.






La verdad es que el cielo de Hornachuelos es espectacular, como se ve en la siguiente foto de la via láctea, es un cielo limpio, transparente y oscuro.



3 comentarios:

Jose M Rguez Paredes dijo...

Si señor, gran noche la que pasamos, solo un apunte, soy tocayo tuyo, no Jose Manuel si no Jose Maria, ya ves que lo bueno abunda. un saludo

José Mª Fernández dijo...

Uy perdona, en un correo tuyo me pareció leer José Manuel, como siempre te nombramos por José.
A ver si puedo convencer a los astrónomos de Sevilla para que nos acompañen una noche de observación.

Jose M Rguez Paredes dijo...

No pasa nada, estaria bien que se nos juntara mas gente!!!