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domingo, 1 de julio de 2018

En Calar Alto con Rafael Farfán

El pasado 18 de Mayo nos plantamos Rafael y yo en las  V Jornadas de Astroturismo de la Sierra de los Filabres  . La previsión del tiempo era adversa, solo una ventana de unas pocas horas hasta las dos de la madrugada ofrecía la previsión de meteoblue. Para mi suficiente para pegarnos la paliza de kilómetros que nos dimos ese viernes.

A la llegada a Calar Alto el tiempo nos recibió de esta guisa, con nubes amenazadoras por todos lados.


Negros nubarrones se cernían sobre las cúpulas.


Para ir dejando paso poco a poco a grandes claros.


Me llamó la atención la limpieza de arbustos y árboles que habían llevado a cabo recientemente (más tarde me explicaron que es la limpieza necesaria para proteger todo el recinto de posibles incencios en el verano).


Pero el plato fuerte estaba por llegar, una visita al interior de la cúpula que alberga al telescopio de 3,3 metros (el mayor telescopio europeo). Nada más entrar se le va la vista a la imponente montura que alberga tan colosal pieza científica.


Una obra de ingeniería alemana con una precisión de apuntado y guiado fuera de lo corriente.


Toneladas de acero "flotando" sobre una capa de aceite para proporcionar movimientos suaves a tantísimo peso de acero y vídrio.

La apertura de la inmensa cúpula se hace por partes para facilitar el trabajo.


Y el secundario se halla a varios metros del espejo principal.


La joya del observatorio es el instrumento Carmenes, que es un espectrógrafo de altísima sensibilidad en el infrarojo y visual y está destinado a detectar exoplanetas.


Ahí estaba conectado al foco primario del telescopio en esos momentos. Ni que decir tiene que no solo es este instrumento creado en Andalucía la propuesta tecnológica del observatorio, sino que han supuestos muchos avances tecnológicos el diseño de aparatos tecnológicos destinados a apoyar el uso de Carmenes en el observatorio.

Con el recuerdo de tantos datos recibidos de un telescopio de tal envergadura fuimos saliendo al exterior, donde ya solo nos quedaba esperar que meteoblue no se hubioese equivocado en sus predicciones.

Y en efecto el cielo lucia despejado para ofrecernos unas estampas del observatorio inolvidables.


 La luna acompañaba a Venus por el oeste donde se recortaban las siluetas de las otras cúpulas del complejo.


 Y se comenzaban a ver las primeras estrellas en el cielo.






Y conforme se fue poniendo la luna el cielo acabó de coger su oscuridad natural en este sitio. Por desgracia empieza a notarse una "mancha" de contaminación lumínica hacie el nordeste, no sé si debido a Cartagena, a Murcia, o a Águilas.



 Por la parte del sur tenemos que fastidiarnos con la contaminación de Almería.


Aún así en el zenit el medidir TESS-W que llevaba dió unos valores de medida de cielo de 21.80 , lo cual es un buenísimo cielo. De hecho a 2200 metros no podríamos esperar otra cosa en un observatorio profesional.


Así lucía la via láctea desde otro punto de la Sierra de los Filabres esa noche, que tristemente terminó sobre las dos de la madrugada cuando se presentó un nuevo frente en la zona y nos mandó a dormir de manera forzosa.





Noche del quince de Mayo

A la siguiente noche volví a escaparme un rato a observar. Volví a pasar por SN2018gv muy muy baja sobre el horizonte por lo que la medida no es válida, más bien solo una imagen testimonial.


Volví a pasar por SN2018zd que sigue su lento camino descendente.


Y acabé buscando a 2018bmb, una posible supernova que no apareción en la imagen, otra falsa alarma.



Por último, estuve una buen rato fotografiando el cometa 2016 N6 que iba bastante "rapitido" por el cielo.