Conocida la mejor focal para obtener mayor nitidez no cabe duda que a partir de ahora el diafragma no se mueve del valor óptimo.
Me subí temprano, no se había puesto el sol todavía, para ir buscando los astros a fotografiar.
Estas imágenes fueron tomadas con el takumar 200mm a f 5,6-8 a 100 iso.
Parecía que las nubes iban dejando el suroeste más o menos limpio.
Ya solo quedaba esperar a que las nubes respetasen el momento. Y pronto apareció la fina Luna creciente en el horizonte.
Ya parecía claro que sería imposible meter en la imagen del takumar 200mm a la Luna, a la torre Pelli y a la conjunción de Venus y Mercurio.
De hecho no se podía abarcar la separación entre la Luna y Mercurio con dicho objetivo. Por lo que no me quedó más remedio que meter el objetivo jupiter11, que con 135mm de focal ya si me permitía alcanzar el campo necesario para contener a los tres astros en la misma fotografía.
Ya solo quedaba esperar a que desapareciera la Luna tras el horizonte o las nubes pasaran por delante. Todavía nos movíamos por el atardecer.
Así, poco a poco iba avanzando el anochecer y encendían la iluminación de la torre Pelli.
Aparecían algunas nubes buscando algo de protagonismo. Pero la conjunción dominaba el anochecer y conforme avanzaba se distinguía mejor la luz cenicienta de nuestro satélite.
En esos momentos comenzaba a mezclarse las últimas luces del atardecer con la contaminación lumínica de Sevilla.
Para el la puesta de Luna, llegaron las temidas nubes a robar el protagonismo de la conjunción.
Por lo menos nos dieron una tregua para capturar el momento.
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