La noche del pasado viernes fui a
observar a Hornachuelos con Rafael Farfán José Manuel Paredes.
Llegamos sobre las nueve y media al lugar de observación y como la
claridad nos cegaba decidimos comer antes de observar. Así mientras
cenábamos vimos aparecer en el cielo lapizlázuli a Saturno, Spica,
Arcturus y otras primeras estrellas del firmamento.
Comenzamos a montar equipos mientras se
intuía que las previsiones de meteoblue para Hornachuelos se
confirmaríasn (como así fué) durante la noche-madrugada.
Yo tenía una lista de objetos que poco
a poco fueron cayendo en el disco duro del portatil. Comencé con
M80, aún bajo sobre el horizonte. La imagen siguiente es un recorte
del resultado final. El equipo el de siempre, C8 a f3,3 y mammut
429L.
Pasé a M4 también bajo sobre el
horizonte, pero se veía espléndido en sus 26.3' de amplitud.
Nada que ver con los resultados
obtenidos desde Osuna la noche anterior, donde apunté a M5 y solo
pude sacar esto.
Seguí con el siguiente objeto, el
cúmulo NGC6139, de tamaño parecido a M80, pero que no pude ver por
tapármelo los árboles. Así que pasé al siguiente objeto, NGC6144.
Es de tamaño similar a M80 pero dos magnitudes menos brillante, se
ven menos estrellas en este cúmulo también.
Salté posteriormente a M107, saltando
los límites de Ophicuo para encontrar un cúmulo brillante y
"abierto" de magnitud 8ª.
De nuevo salté de constelación, esta
vez a Hercules a por la clásica M13, con su brillo descomunal.
Volví a entrar en Ophicuo para
encontrar a M12, otro brillantísimo cúmulo del tamaño de M13, unos
14' de diámetro.
Allí cerca encontré a NGC6229, un
pequeño cúmulo de magnitud 9ª.
Tras ver las imágenes pude comprobar
como se había desenfocado el equipo, pensamos que debido quizás a
la notable bajada de temperatura que habíamos sufrido durante los
instantes anteriores.
Me puse a reenfocar con la máscara
bathinov (casera por supuesto) y lo dejé listo para pasar al
siguiente cúmulo, NGC6235, un débil cúmulo en ophicuo.
Salté a M10, un objeto mucho más
vistoso, de magnitud 6ª y triple tamaño que el anterior.
por cierto no se si se puede hablar de
corredor satelital pero es curioso que tres tomas de M10 se echasen a
perder por dos satélites simultáneos.
Tras este magnífico cúmulo pasé a
M62, que prometía espectáculo por su tamaño y brillo.
Continué con M19 también en Ophicuo y
con otro brillo bastante elevado.
Llegado a este cúmulo apareció en la
pantalla el antiguo planeta Pluton y como no recordaba haberlo visto
decidí sacarle unas fotos. Estaba en un campo estrellado (y tan
estrellado) de la zona de Sagitario.
Como mi lista de objetivos se
encontraba cumplida decidí pasar a a otros objetos de cielo
profundo que empezaban a coger altura sobre el horizonte. De este
modo pasé por M11, este precioso cúmulo abierto cuasi globular
inmerso en plena via láctea.
Y tras hartarme de cúmulos me dije
¿que tal unas nebulosas? Y dirigí el telescopio a M8, que no cabía
entero en el campo.
Recordé que M16 estaba cerca de la
zona y apunté el equipo al águila. Allí estaba volando en la noche
estrellada.
Finalmente no quise apagar el equipo
sin despedirme de una nebulosa que me gusta especialmente, M27.
La verdad es que el cielo de
Hornachuelos es espectacular, como se ve en la siguiente foto de la
via láctea, es un cielo limpio, transparente y oscuro.