Y llegó el equinoccio a Sevilla

Como el año pasado por estas fechas me acerqué a la capilla del Sagrario, en la Catedral para disfrutar del espectáculo de las vidrieras y las redes.

Llegaba sobre las siete menos cuarto y ya se veían avanzar las proyecciones de las vidrieras sobre las redes.

La tarde era propicia para que entrase una buena iluminación por las vidrieras.

Si la sombra del ciprés es alargada, las proyecciones imitaban  a los cipreces conforme iba bajando el sol.

Poco a poco iban llegando los rayos al lado opuesto de la iglesia a través de las redes.

Y se podía vislumbrar la imagen de la vidriera "abatida" sobre el plano curvo de la red.

Hasta que en un momento dado estaban a punto de cruzar toda la red.

Para empezar a "acortarse" sin una pausa.

Por el lado contrario seguían los rayos de colores escalando la piedra de las figuras.

Ya solo quedaba esperar la desaparición de las fantasmagóricas vidrieras.

Y poco a poco el sol les iba quitando luz.

Los edificios al oeste de la Catedral iban ensombreciendo las vidrieras poco a poco. Tan solo una última vidriera intentaba iluminar a su opuesta con los últimos rayos.

Hasta que el sol quedó finalmente tapado por los edificios colindantes. El año que viene volveremos a disfrutar de paralelas luminosas bajo las cónicas del techo.