lunes, 21 de junio de 2021
Probando el lado oscuro
domingo, 6 de junio de 2021
El reencuentro
Había olvidado la sensación de observar desde la sierra. Ayer disfruté de una sesión en la sierra norte que me recordó lo que es tener un cielo oscuro sobre nuestras cabezas.
Llegué temprano, sobre la diez y todavía quedaban nubes por dispersarse. Como es normal en mí no monté la montura hasta no distinguir la polar en el cielo. En las luces del atardecer Venus brillaba cerca del horizonte al oeste.
En un momento dado, vi con luz del día un bólido (supongo) que cruzó a unos 45 grados de altura en dirección oeste-este. De color amarillento pude ver como se quemaba durante unos tres segundos. Eso pasaba a las 22h12m.
Con el paso de los minutos fue oscureciendo a la vez que las últimas nubes abandonaban esos cielos.
Ya con la polar a la vista monté rápidamente el equipo para comenzar la sesión. En esta ocasión solamente había llevado el objetivo fotográfico Zeiss 200mm f2.8 para acoplarlo con la Atik. Desde Sevilla ya había probado dicha combinación, pero esperaba sacarle más partido desde cielos oscuros.
Llevaba una lista de objetos a observar, el primero de todos dada su baja altura, era el cúmulo globular Omega Centauri. Con tan solo cuatro grados sobre el horizonte lo pude pillar, pero quitar las luces parásitas a esa altura ya era otra cosa.
Siempre es una alegría poder observar objetos con declinación tan negativa y este objeto merece el intento.
Tras este primer éxito continué con la serie de objetos. En esta ocasión el programa allsky platesolver encontró los campos al primer intento, lo que facilitó el movimiento por los objetos del cielo.
A lo tonto a lo tonto era ya media noche y me dediqué a reponer fuerzas para la larga noche que aguardaba. Se veía la vía láctea tumbada, como hace años que no la recuerdo (normalmente la pillo ya en julio-agosto con buenos cielos).
Seguí el programa y apunté a M65 para sacar el trio de galaxias en el campo, antes de que bajaran mucho.
El zeiss es muy luminoso, pero el campo es grande y la resolución pequeña. Por lo tanto es bueno para objetos extensos o fotometría de grandes campos. En esta ocasión no llevaba los aparatos para sacar espectros con él. Por otro lado tendré que diseñar un elemento que permita introducir el filtro UV-IR entre el objetivo fotográfico y la Atik para controlar el tamaño de ciertas estrellas.
En este tiempo la vía láctea iba subiendo lentamente sin pausa sobre el horizonte.
Como siempre pasa, algún elemento se queda en casa (son demasiados apratejos) y en esta ocasión se quedó el clip antipolución que tengo para la canon 6D. Por otro lado muestro las luces reales que se veían desde allí. Al sur tenemos Sevilla, pero al este no logré distinguir el causante de esa tonalidad anaranjada.
Paseando por Leo decidí saltar a M86 en un rico campo de galaxias.
Y en este campo grande (3 grados y pico por casi tres grados) es cuando muestra su utilidad este objetivo. En la imagen se distinguen como "manchitas" más de una decena de galaxias. La zona merece la pena echarle un vistazo.
Al mismo tiempo seguía la evolución de la vía láctea.
Tras las tomas de M86 y compañía pasé a buscar el cometa C/2020 T2 que no andaba muy lejos. Tras apilar tomas se dejo mostrar fácilmente.
Tras este objetivo pasé a otros objetos no "previstos" que pasaron a engrosar la lista de objetos capturados. No antes de medir el brillo del cielo con el Tess-W que marcó un cielo de 21.54 sobre las dos de la madrugada. La verdad que la noche se comportó muy bien, sin viento, pero con humedad . Las tormentas del día habían dejado el suelo húmedo y en el ambiente se "mascaba" la humedad, cada vez a bocados más grandes conforme avanzaba la madrugada.
Pasé por M101 por comprobar como se vería en un campo amplio.
Estos objeto son para los equipos que son, pero poder distinguir la estructura de la galaxia con unos 200mm de focal ya es un logro.
Como la vía láctea seguía su periplo decidí buscar algún objeto por Sagitario.
Y cabiendo ambas nebulosas en el campo era un crimen no intentar sacarlas juntas en un campo tan rico como el que las rodea. Ya había subido bastante en su recorrido el centro galáctico.
Las luces de Sevilla a unos 90 km de distancia quieren seguir siendo protagonistas del cielo nocturno (no se conforman con negar las maravillas nocturnas a los sevillanos y alrededores).
Continué con M24 por obtener un objeto de amplio campo, que no resalta excesivamente entre tanta estrella.
Seguí saltando a objetos menos vistosos, como M108 y M97, por el gusto de capturarlos en el mismo campo.
Lo que si pude comprobar es que la batería del ordenador está pidiendo a gritos su renovación. En dos horas y media estaba pidiendo el cambio y tuve que ponerle el "biberón" que le dio fuerzas hasta el final de la sesión.
Dicho final tuvo lugar con B174 en Cepheo, por intentar sacar una nebulosidad débil (oscura) que no quede.
Hacía falta mucho más tiempo de exposición, pero no llevaba guiado y tuve que conformarme con exposiciones cortas.
Ya daba por concluida la sesión, cuando el reloj marcaba las 5h20, al vía láctea en todo su esplendor brillaba alta.
Ahora la humedad se podía "cortar" y se adeñuaba de todas las cosas (cualquier superficie horizontal era buena).
Por desgracia el paso de satélites y aviones por la zona me dejaron muchas fotos en el tintero. Para sacar la última del cielo tuve que esperar un buen rato.
En esos momentos el brillo del cielo marcaba unos tristes 21.39 dada la humedad y la situación de la vía láctea dominando el zenit.
Espero que no pase mucho tiempo hasta que pueda volver a disfrutar de cielos oscuros como los que ofrece la Sierra Norte de Sevilla.