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viernes, 5 de octubre de 2012

La primera luz de la mammut

El diez de septiembre por la tarde me llegaba la cámara y corrí para instalar los drivers en el orenador y familiarizarme con su funcionamiento. Por la noche ya estab listo para acoplarla al telescopio. En la primer imagen del cometa linear k5 ya pude comprobar su potencial (la pobre qhy5 no podía llegar ni en sueños a captar lo que captaba esta cámara). Aunque la imagen no era nada del otro mundo, el poder captar un cometa de más de décima magnitud me dejaba claro que esté instrumento era algo serio.
Al ver la capacidad de captar luz que poseía el chip, me pasé a objetos de cielo profundo, aprovechando la posición de sagitario cerca del meridiano. Así tiré a M8 solo 30 segundos.
Pude comprobar también que hay que saber el campo de visión que se obtiene con las distintas combinaciones de cámara y reductores de focal (y sin reductor). El campo con el reductor de focal f3,3 es de aproximadamente 32'x24' de arco (muy parecido a lo que alcanzaba la qhy5). Continué con M16 y al ver la imagen se me cayó un lagrimón recordando cuantos minutos había estado la canon 350D detrás del portaocular para sacar algo parecido (que ni mucho menos lo mismo) y en esta ocasión con unos 30 segundos.
También quise probar con M13, ese cúmulo globular de Herculer tan reconocido, y aunque sale bien, también aprendí que hay que calcular muy bien la combinación de instrumental, para que no salga un objeto demasiado pequeño.
Volvía a un cuerpo nebuloso apuntando a la nebulosa Trífida, objeto que antaño también perseguí con la canon 350D y volvió a caerme otro lagrimón (del otro ojo) cuando pude ver el resultado de 30 segundos de exposición.
Así cintinué buscando obetos más "díficiles" y encontré por el camino a una galaxia, la NGC891 en Andrómeda y cuando ví que una toma corta no erá muy espectacular, le puse la qhy5 de autoguiado en el secundario y le tiré cuatro minutos. El resultado el que se ve en la imagen.
Recordé entonces que siempre me ha gustado M27 bastante y como estaba volando sobre el horizonte, para allá mandé al telescopio y estando por allí le dejé que descansará unos cuatro minutos sobre M27 y he aquí lo que pudo ver.
Acabé tirando a M36, más que nada por ver a que magnitud podía llegar en tomas cortas de 30 segundos sin autoguiado, y pude comprobar después que se veían estrellas de 16ª magnitud (una pasada respecto a lo que podía sacar con la qhy5 o la canon 350D en el mismo tiempo).
En fín, me queda un largo camino por recorrer, pero la cámara me ha abierto las puertas a caminos que no pensaba recorrer o por lo menos no con el paso firme que permite esta cámara.

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